Para garantizar que la carne se mantenga fresca y segura para el consumo, es importante refrigerarla adecuadamente. Aquí te doy algunas pautas para hacerlo correctamente:
- Temperatura adecuada: La carne debe almacenarse en el refrigerador a una temperatura de 0 a 4 °C (32 a 40 °F). Utiliza un termómetro para verificar que tu refrigerador esté en este rango.
- Almacenamiento inmediato: Guarda la carne en el refrigerador lo antes posible después de comprarla o recibirla. Si no la vas a consumir en los próximos días, considera congelarla.
- Envase adecuado: Si la carne no está al vacío, asegúrate de envolverla bien en papel film o en un recipiente hermético para evitar la exposición al aire y prevenir la contaminación cruzada con otros alimentos.